Italo Calvino
Italo Giovanni Calvino Mameli
Escritor italiano
Italo Calvino nació el 15 de octubre de 1923 en Santiago de las Vegas, Cuba.
Hijo de Eva Mameli, una botánica, y de Mario Calvino, un agrónomo, ambos italianos.
En 1927, ya en Italia, nació su hermano Floriano. Pasó su infancia y juventud en San Remo, y tras interrumpir sus estudios universitarios se unió a la resistencia antifascista durante la Segunda Guerra Mundial. Fruto de esas experiencias de esa época fue su primera obra.
Intelectual comprometido con la política, fue uno de los principales novelistas italianos del siglo XX. En 1958 escribió una serie de relatos de carácter simbólico y fantástico. Políticamente ligado al Partido Comunista Italiano (PCI), se aleja del mismo tras los sucesos de Hungría. Se licenció en Literatura y realizó trabajos editoriales.
Su primera novela, El sendero de los nidos de araña (1947) era realista. Más adelante utilizó técnicas alegóricas en novelas como El caballero inexistente o El vizconde demediado (1952). Entre sus obras destacan: El barón rampante (1957), La jornada de un escrutador (1963), Las cosmicómicas (1965), Tiempo cero (1968), Las ciudades invisibles (1972), El castillo de los destinos cruzados (1973), Si una noche de invierno un viajero (1979) y Palomar (1983).
El 19 de febrero de 1964, se casó en La Habana con la argentina Esther Judit Singer, "Chichita". Se radicaron en Roma, donde un año después nació su hija Giovanna.
Italo Calvino falleció en Siena, Italia, el 19 de septiembre de 1985.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
El barón rampante
El caballero inexistente
Las ciudades invisibles
Las cosmicómicas
Especulación inmobiliaria
La jornada de un interventor electoral
Relatos
El sendero de los nidos de araña
Tiempo cero
El vizconde demediado
Las ciudades y la memoria
Al hombre que cabalga largamente por tierras agrestes le asalta el deseo de una ciudad. Finalmente llega a Isidora, ciudad donde los palacios tienen escaleras de caracol incrustadas de caracolas marinas, donde se fabrican con todas las reglas del arte largavistas y violines, donde cuando el forastero está indeciso entre dos mujeres siempre encuentra una tercera, donde las riñas de gallos degeneran en peleas sangrientas entre los que apuestan. En todas estas cosas pensaba el hombre cuando deseaba una ciudad. Isidora es, pues, la ciudad de sus sueños; con una diferencia. La ciudad soñada lo contenía joven; a Isidora llega a edad avanzada. En la plaza hay un murete desde donde los viejos miran pasar a la juventud: el hombre está sentado en fila con ellos. Los deseos ya son recuerdos.